EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



jueves, 29 de noviembre de 2012

EL BAUTISMO EN AGUA: ¿Requisito para la Salvación?


1ª parte: Algo sobre Hermenéutica.

Por El Contendor

La hermenéutica, (según el diccionario de la R.A.E). es el arte de interpretar textos, en especial los Textos Sagrados [es decir: los Textos Bíblicos].

Pero no es una facultad de cualquier persona, que abra una Biblia y comience a leerla, interpretar y discernir, lo que allí está escrito.

Un libro cualquiera es un producto de la mente humana, ya sea de ciencia, arte, filosofía, etc. Las palabras escritas en él puede influir en forma positiva o negativa en el individuo según el conocimiento que de él se obtenga, y es potestad del lector asumirlo o desecharlo.

No ocurre lo mismo con la Biblia, pues lo que allí esta escrito es la Palabra de Dios, y las limitaciones de la mente humana, requieren de un guía y una luz Superior para interpretar lo que Dios nos ha revelado por medio de su Palabra. Esta guía y esta luz provienen del Espíritu Santo que mora en el interior de cada verdadero creyente, aquél nacido de nuevo, el que tiene una nueva vida en Cristo. Pero para esto es necesario creer ,  es decir: depositar nuestra FE en el sacrificio del Cordero de Dios que se ofreció a Sí mismo para expiación de nuestros pecados. Así, tal como lo leemos en Romanos 10:8-11

 

Rom 10:8  Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.  Esta es la palabra de fe que predicamos:

Rom 10:9   que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Rom 10:10  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Rom 10:11  Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

 

En el momento de creer  tal como lo dice Romanos 10:9 somos salvos, sin ninguna otra añadidura ni agregado y entramos en  adopción como hijos de Dios y somos sellados por Él con el Espíritu Santo de la promesa:

Efesios 1:13  En él [en Cristo] también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

Efe 1:14  que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

 

Ahora, por fin, hemos llegado, paso a paso a entender la condición fundamental para la interpretación de la Palabra: la iluminación y la guía del Espíritu Santo sin la cual nuestra mente carnal no llegará nunca a entender lo que la mente de Dios quiso revelarnos en su Palabra.

Por esta razón, no debemos emprender las lecturas bíblicas, sin antes haber orado para que el Señor nos guíe y nos ilumine mediante el E.S. para conducirnos a toda verdad.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. –Juan 16:13

Para interpretar con veracidad la Palabra de Dios, debemos conocer y aplicar algunas reglas básicas de la hermenéutica.
Lo primero a considerar es que la Biblia se explica por sí misma y es su mejor intérprete, no hay error alguno en ella pues Dios no se equivoca ni se contradice.

Pero no me voy a detener para desarrollar en este espacio una disertación sobre hermenéutica. En tal caso, para que el lector que desee profundizar sus conocimientos sobre este tema, le dejo una de las tantas páginas de internet que desarrollan en forma adecuada dicho tema: www.cristianismobiblico.com/la-hermeneutica.

El principio más importante de la hermenéutica es la analogía de la fe.

Esta regla dice que la Biblia interpreta la Biblia. “Sacra Scriptura sui interpres,” fue
el argumento de Lutero. Este postulado simplemente dice que ninguna porción de laBiblia puede ser interpretada de tal manera que sea puesta en conflicto con lo que claramente es enseñado en otro lugar de la Escritura.

Otra de las reglas esenciales para la interpretación de la Biblia es que lo implícito se debe interpretar a la luz de lo explícito. A este principio también se le conoce como el principio de mención plena, el cual establece que los pasajes que no hablan directamente de un tema deben ser interpretados por los pasajes que hablan directamente del tema.

Por ahora, en el caso que trataremos sobre el “bautismo en agua”, aplicaremos los principios arriba mencionados y, en caso de ser necesario recurriremos a la aplicación de algunas otras reglas hermenéuticas, hasta llegar a la Verdad Bíblica.

Como herramientas básicas para aplicar la hermenéutica podemos recurrir a:

1)      Distintas traducciones de la Biblia y las varias ediciones que se puedan encontrar. Por ejemplo: de la traducción Reina-Valera tenemos desde la edición del año 1865 y las posteriores hasta la revisión de 1995.

2)      Para quienes tienen el conocimiento de los idiomas originales de la Biblia: hebreo y arameo en el antiguo testamento y griego en el nuevo testamento, es de gran ayuda la lectura en estos idiomas.

3)      Concordancias: Una concordancia es un diccionario de la Biblia con las citas de dónde se encuentran ordenadas según el alfabeto (concordancia alfabética). En la concordancia temática su contenido se basa no tanto en las palabras que encontramos en la Biblia sino en los temas que allí se tratan; también estas concordancias están ordenadas alfabéticamente.

4)      Comentarios bíblicos cuyos autores han estudiado el tema en profundidad y que, a su vez, podemos confrontar con otros autores que tratan sobre el mismo tema.

5)   Bibliografía que nos permita situarnos en el contexto histórico, geográfico, cultural y étnico de los destinatarios para los que fue escrito el pasaje bíblico en estudio.

Aplicando algunos de los principios hermenéuticos  y algunas de las herramientas indicadas, y con el indispensable auxilio del Espíritu Santo, responderemos en la 2ª parte a la pregunta del encabezado: El bautismo en agua ¿requisito para la salvación?

 
(Continúa en la próxima entrada)