Por El Contendor
Allá por el capítulo I de El Contendor, describimos la situación en el
huerto del Edén y cómo la intervención de Satanás indujo a la primera pareja
humana a desobedecer a su Creador:
Para que
el hombre diera una manifestación libre de su amor y obediencia a Dios se le
pidió que se abstuviera de una sola cosa: que no comiera del fruto de cierto
árbol del huerto.
Ahora
bien, no parece que fuera mucho lo que Dios le exigió al hombre. Pero ya
había otro personaje allí, en el jardín, con Adán cuando Dios le dio al hombre
el cargo de “mayordomo”. Esa persona era una que ya le había hecho conocer a
Dios y a todas las huestes angélicas, que él quería usurparle el primer puesto
a su Creador, Dios.
El nombre
de ese ser era Lucero (posteriormente conocido como Satanás = Adversario) .
Si bien
en La Biblia no se relata la historia del origen de este gobernador de las
tinieblas que está al frente de las huestes de maldad, sin embargo hay
innumerables referencias donde se pone de manifiesto el carácter básicamente
maligno de este personaje. Sabemos que originariamente fue bueno, pero cayó
debido a su soberbia u orgullo. Muchos autores
de literatura cristiana le aplican a Satanás lo que escribió Isaías sobre el
rey de Babilonia:
“Y cómo
caíste del cielo, ¡ oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por
tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: subiré
al cielo, en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en
el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte, sobre las alturas de
las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el
Seol, a los lados del abismo. (Isaías 14:12-15).
Jack Fleming en su “Manual Bíblico” nos muestra
varias citas bíblicas que nos permiten entender la relación de Satanás con este
mundo y cómo interactúan los demonios con los seres vivos que lo habitan:
En su pecado, Satanás logró arrastrar en su caída a la tercera parte de
los ángeles (Ap.l2:4). Estos también fueron expulsados de la presencia de Dios
y se transformaron en los demonios a quienes Satanás gobierna hasta el día de
hoy.
Mt.12:24 "...Beelzebú, príncipe de los
demonios".
Mt.25:41 "...apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles".
2Pd.2:4 "Dios no perdonó a los ángeles
que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de
oscuridad, para ser reservados al juicio".
Judas 6 "Y a los ángeles que no guardaron
su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo
oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día".
En la actualidad su imperio se extiende desde la
expansión de los cielos, hasta la tierra misma. Es el príncipe de este mundo.
Ef.2:2 "...príncipe
de la potestad del aire".
Judas 8/9 Nos habla de
una lucha que originó Satanás con el arcángel Miguel después de la muerte de
Moisés.
Los demonios también tienen acceso a la tierra, y toman posesión de los
cuerpos de aquellos que les abren la puerta de sus corazones, y aún de los
animales. Lc.8:26/34;
Mr.9:l7/27
Estos demonios se pueden manifestar en las personas que lo poseen en
formas grotescas como los casos descritos en los versículos anteriores, o como
un espíritu de adivinación.
La adivinación,
astrología, quiromancia, cartomancia, toda clase de sortilegio, reflectomancia,
psicometría, mesmerismo, parapsicología, clarividencia, hipnotismo, yoga,
meditación trascendental, espiritismo, todas las expresiones de la brujería y
hechicería en general, y el consumo de drogas, son verdaderos caldos de cultivo
que estos demonios usan para corrupción del individuo que los practica.
Todos aquellos que
desobedecen el mandamiento divino, les están abriendo las puertas de sus
corazones a los demonios para que vengan a morar en ellos, y tienen que pagar
el precio de la transgresión.
La Biblia también nos advierte del peligro de éstos cuando posteriormente
quieren buscar paz espiritual y acuden a las religiones, ordenando y limpiando
sus vidas, pero que nunca han aceptado verdaderamente al Señor Jesucristo en
sus corazones y permanecen vacíos. Estos pueden ser poseídos por una cantidad
mayor de demonios y su estado viene a ser peor que el anterior. Esto se ve
mucho en las iglesias carismáticas, donde abundan los agoreros y adivinos que
se hacen llamar "profetas".
Damos por presentados al “príncipe de este
mundo” y sus súbditos, los demonios, pasaremos a ver qué relación existe con
los seres mitológicos.
De la página de internet de Radiodifusión
América, copiamos este artículo publicado por el pastor José Holowaty bajo el título de “El Conocimiento Prohibido”
donde se explica cómo se originó la mitología y los héroes mitológicos:
En su libro El significado real del Zodíaco, el doctor James
Kennedy expone que los antiguos signos del zodíaco, representan una revelación
singular y adicional, una especie de evangelio en las estrellas. También
afirma, que el mensaje en el cosmos, a pesar de haber sido demonizado y convertido
en astrología después de la caída, originalmente registraba el evangelio de
Dios.
Habiendo dejado claro que la
Biblia, explícita, y repetidamente condena lo que ahora se conoce como
astrología, permanece el hecho que hubo un evangelio universal dado por
Dios que reconoce la revelación original en las estrellas, lo cual yace más
allá y se remonta a lo que ahora se ha corrompido».
En su libro, el señor Kennedy condena
fuertemente la práctica de la astrología, mientras que enfatiza su punto de
vista de que las constelaciones del zodíaco fueron probablemente dadas por Dios
al primer hombre como “custodio”
de su revelación original. Si su suposición primaria del punto de vista
bíblico es correcta, de que la revelación original se corrompió después de la
caída del hombre, degenerando subsecuentemente en la mitología de los dioses
paganos, uno debería encontrar numerosos ejemplos de tal corrupción desde el
comienzo de la historia y en las varias civilizaciones alrededor del mundo.
Ya que los mitos detrás de los dioses serían ideas “prestadas”, entonces los textos
corruptos tendrían que asemejarse en algo a la verdad original y en ese
sentido, evidenciar una revelación singular y original. Además, si las
distorsiones de la revelación original fueron de hecho activadas por un ser
perverso sobrenatural, la meta de las alteraciones sería apartar a las personas
de la adoración a Jehová. En ciertas leyendas antiguas, entre ellas el
poema épico Enuma Elish, la Adapa Épica y la Epopeya de Gilgamesh, encontramos
rastros del calidoscopio de la revelación original, plagiada con el propósito
de construir la mitología de los dioses paganos.La evidencia sugiere que las
leyendas más antiguas de la mitología estuvieron precedidas por la creencia de
que Jehová Dios de los hebreos, era el Creador de todas las cosas y «gobernante del cielo». Más
tarde, en 2 Corintios 4:4 se le llama a Satanás “...el dios de este siglo...” y en Efesios 2:2, el “...príncipe de la potestad del aire...”
Continúa
en Parte II
LOS DIOSES Y
HÉROES MITOLÓGICOS
Parte II
Por El
Contendor
Seguimos con la transcripción del artículo “El conocimiento prohibido”
publicado por el pastor José Holowaty:
Según los eruditos, el diluvio de Noé tuvo lugar en el año 2348
A.C. En la Escritura encontramos un registro de criaturas celestiales
misteriosas que invadieron la tierra y llevaron a cabo experimentos
procreativos. Por ejemplo, leemos en el capítulo 6 de Génesis: “Aconteció que cuando comenzaron los
hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que
viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron
para sí mujeres, escogiendo entre todas... Había gigantes en la tierra en
aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas
de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde
la antigüedad fueron varones de renombre” (Gn. 6:1, 2, 4).
.Ellos en forma literal tomaron mujeres de la tierra como compañeras,
dando origen a una progenie monstruosa cuyo comportamiento era totalmente
perverso. La descendencia de esos ángeles son llamados «GIGANTES» en la
Biblia, pero esta palabra es traducida del hebreo Nefilim, que significa
«los caídos».
Es claro entonces, que la Biblia indica que hace
miles de años, seres celestiales visitaron el planeta, tuvieron relaciones
íntimas con las mujeres y el resultado fue una raza de mutantes llamados los Nefilims. Sin embargo, otros
estudiosos creen que este versículo encierra mucho más, que se trata del
registro de algo mucho más siniestro.
Estas personas, incluso aseguran que los libros
apócrifos de Enoc, 2 Esdras, el
Génesis Apócrifo y Jaser,
apoyan la historia dada en el capítulo 6 de Génesis, añadiendo que el pecado de
los ángeles llegó al extremo de incluir modificaciones genéticas de animales al
igual que de seres humanos.
El libro de Jaser, que se menciona en la Biblia
en Josué 10:13 y 2 Samuel 1:18, explica en el capítulo 4, versículo 18, que
después que los ángeles caídos se llegaron a las hijas de los hombres, «los hijos de los hombres aprendieron a
mezclar animales de una especie con otra, a fin de provocar al Señor».
Esta referencia clara al capítulo 6 de Génesis,
indica que los animales también
estaban incluidos en estos experimentos de cruce de especies que se estaban
llevando a cabo, y que esta actividad resultó en el juicio divino. El
libro de Enoc también apoya esto, implicando que después que los ángeles caídos
mezclaron su ADN con el de las mujeres «...empezaron
a pecar contra todos los pájaros del cielo y contra todas las bestias de la
tierra, contra los reptiles y contra los peces del mar...» (Enoc 7:5).
El Antiguo Testamento contiene referencias
asociadas con las mutaciones genéticas que tuvieron lugar entre los seres
humanos después de esta actividad, incluyendo una raza de gigantes, su gran
fortaleza física, que tenían seis dedos en las manos y los pies, y que gustaban
de beber sangre. A continuación citaremos estos pasajes de la Escritura:
• “Después hubo otra guerra en Gat, donde había un hombre de gran
estatura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies,
veinticuatro por todos; y también era descendiente de los gigantes” (2
S. 21:20).
• “Después, Benaía hijo de Joiada, hijo de un varón esforzado, grande en
proezas, de Cabseel. Éste mató a dos leones de Moab; y él mismo descendió
y mató a un león en medio de un foso cuando estaba nevando” (2 S.
23:20).
Pero hay algo más, leemos en el Libro de Enoc: «Así sucedió, que cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos
de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas; y los Vigilantes, hijos
del cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos a otros: ‘Vayamos y
escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos’... Y
eran en total doscientos los que descendieron sobre la cima del monte que
llamaron ‘Hermón’, porque sobre él habían jurado y se habían comprometido
mutuamente bajo anatema» (Enoc 6:1, 2, 6).
De todos los lugares de este planeta a donde los
ángeles pudieron haber descendido, lo hicieron en la frontera norte de la
tierra prometida. Conociendo tal vez, los planes futuros de que Dios
planeaba entregarle este territorio a los descendientes de Abraham, estos
ángeles maquinaron su estrategia para introducir LA SIMIENTE DE LA SERPIENTE en la raza humana. Asimismo el
monte Hermón se encuentra en el territorio en donde Cam y su familia emigraron
después del juicio de Dios en la torre de Babel. Según Génesis 10:6, Cam
tuvo cuatro hijos: “Cus, Mizraim,
Fut y Canaán”.
Canaán se estableció en el área del monte de
Hermón y en dirección sur del territorio que se convirtió en la tierra
prometida de Abraham. Es por eso que a la tierra prometida se le llamó
CANAÁN en los días de Moisés y Josué. Mizraim prosiguió a trasladarse en
dirección sur hacia Egipto. Coincidencialmente, el monte Hermón tiene
tres picos y la familia de Cam encontró otra serie de «tres picos» que habían sido construidos antes del diluvio, los
cuales creen los estudiosos que son las tres grandes pirámides.
El Libro
de Enoc continúa: «Todos y sus
jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió entre todas y comenzaron a
entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a enseñarles la brujería, la magia
y el corte de raíces y a enseñarles sobre las plantas. Quedaron
embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil codos de altura que
nacieron sobre la tierra y conforme a su niñez crecieron; y devoraban el
trabajo de todos los hijos de los hombres hasta que los humanos ya no lograban
abastecerles. Entonces, los gigantes se volvieron contra los humanos para
matarlos y devorarlos’ (Sal 14:4; Mi 3:3)» (Enoc 7:1-4).
Tal parece que estos ángeles caídos (los Nefilims) contaminaron prácticamente
toda la vida sobre la tierra. Realmente no sabemos cuántas personas se
contagiaron, lo único que la Escritura
nos dice es que Noé y su familia permanecieron genéticamente puros.
Por esta razón, Dios destruyó la raza humana con el diluvio. Si no
hubiera sido por Noé y sus tres hijos, estos ángeles caídos le habrían puesto
fin a la vida sobre el planeta. Noé, Sem, Cam y Jafet ayudaron a salvar a
los animales y repoblar la tierra.
Desde un punto de vista cristiano, esto podría explicar cómo fue que los
sumerios de Mesopotamia, quienes eran enemigos de Jehová, surgieron de la nada
alrededor del año 3500 A.C.[mucho antes de Noé], trayendo con ellos un panteón
de deidades, el primer idioma escrito y un conocimiento superior de las
ciencias de la tierra. Esto también explicaría, por qué muchas de las
religiones que siguieron a la mitología sumeria, incluyendo la mitología
griega, emergieron de la idea original de que seres poderosos, con nombres como
Zeus y Apolo, visitaron la tierra, tuvieron relaciones íntimas con
mujeres y procrearon criaturas híbridas semi-humanoides.
Esto no cesó con el paso de los años, estos ángeles caídos han seguido
camuflándose entre los seres humanos, adoptando en épocas posteriores diversos
disfraces, pero han continuado con nosotros, hasta este mismo día. Hoy
todos hablan de los extraterrestres, de esos seres que desde el mismo año de la
refundación de Israel comenzaron a manifestarse abiertamente ante los seres humanos.
El consenso de los eruditos y estudiosos de las profecías, es que estos
extraterrestres no son otra cosa que la propia progenie de los ángeles caídos,
quienes en estos últimos días están una vez más tratando de pervertir el linaje
genético de la raza humana e instigar ese conocimiento prohibido causante de la
destrucción de la raza humana en el tiempo de Noé.
Continúa en Parte III
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