EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



domingo, 28 de diciembre de 2014

“EN TU NOMBRE ECHAMOS FUERA LOS DEMONIOS”


Por El Contendor

 

Luego de haber visto y escuchado varios videos del “pastor” Carlos Annacondia, no se me ha pasado por  alto la semejanza que existe entre la serpiente antigua que en el huerto del Edén engañó a nuestros primeros padres, Adán y Eva, con este afamado “pastor” Annacondia.

Tanto la serpiente antigua (Satanás) como Annacondia, son mentirosos y artífices del engaño.

Además, es evidente que existe entre ambos un trato muy “familiar” que se puede observar en todos los videos de sus “Cruzadas de Liberación”, Annacondia le habla a Satanás,  le ordena: “escúchame Satanás”.

Muchísima gente acude a él para ser liberados de una supuesta posesión demoníaca; pero seguramente este falso “ungido” estará en el bando que recibirá la trágica sentencia cuando enfrenten al Señor y le digan:

Mateo 7:22  Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

Mat 7:23  Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

 

Referente a este tema de los demonios les transcribo el presente resumen de la Página de “Radio difusión América”.   Escrito por Rudi Holzhauer

 

Las manifestaciones demoníacas aparecieron concordando con el comienzo del movimiento pentecostal y carismático, respectivamente. Esto no sólo descubre el fondo espiritualista y oculto de este movimiento, sino al mismo tiempo su carácter abismático. Como consecuencia lógica adicional se desarrolló prácticamente de manera espontánea la supuesta “necesidad” del exorcismo y más creyendo, quizás con la mejor intención, tener la prueba de la legitimidad de lo que hacían en este sector tan dudoso y la autoridad al presentar sus “experiencias” y sucesos (funestos).

Habrá quedado claro con estas observaciones la relación que hay entre las manifestaciones místicas, parapsicológicas y demoníacas.

Conclusión: El exorcismo aparentemente “coronado de éxito” no es equivalente a la misión bíblica que Dios nos encomienda y por eso tampoco es una prueba de que está obrando el Espíritu Santo. Los espiritistas, espiritualistas, animistas, fetichistas, los hechiceros de todos los cultos religiosos altos y bajos, incluyendo a los yoguis orientales, etc., “dominan” y practican el exorcismo con “éxito”, a su manera. También se ha dado el caso que psicólogos ejercitados hayan “logrado exorcizar” aparentemente a espíritus demoníacos por medio de la hipnosis. Las largas luchas de los expertos místico-cristianos para echar fuera a los demonios, sólo muestran su falta de autoridad y cabe la sospecha de que con un trasfondo espiritista colaboran con los espíritus de manera frívola y juguetona.

Repetimos otra vez: Las enfermedades mentales por causas orgánicas requieren un tratamiento médico. Aquí también un exorcismo contribuiría a empeorar el estado del enfermo. Por eso son pocas todas las advertencias que podamos hacer contra los exorcistas embriagados de autoridad o solamente impulsados por su buena intención. ¡Mucho cuidado!

De la misma manera como el falso espíritu del movimiento pentecostal se aprovecha de una cierta disposición o sensibilidad de la persona como fuerza de contacto favorable para un “bautismo en el Espíritu”, así se aprovecha el exorcista (consciente o inconscientemente) de la tendencia hacia lo oculto de su víctima, para llegar a un resultado impresionante y “convincente”. Forzosamente se origina como consecuencia adicional otra atadura constante no menos absurda y nada espiritual: La persona exorcizada queda sujeta al que “imparte la ayuda espiritual con tanta autoridad” y a los círculos correspondientes. Precisamente los casos que requieren una “ayuda” constante, son la mejor prueba de que los exorcistas se mueven sobre un terreno ocultista y no sobre el bíblico, aunque denominen sus actividades “asesoramiento liberador” o “ayuda espiritual intensiva”.

También quiero señalar que el exorcismo dentro del ámbito del catolicismo, que no hemos tratado aquí, desde luego hay que calificarle igualmente de “magia blanca”. La psicología tampoco puede ayudar. El psicólogo ya mencionado T. K. Oesterreich intenta, siendo un científico no creyente, explicar psicológicamente ciertos “éxitos” exorcísticos, dando demasiada importancia a la convicción religiosa, la fuerza psíquica y la conciencia de protección de los cristianos. A pesar de la abundancia de material, Oesterreich sigue aferrado a la filosofía de la inmanencia, es decir, la doctrina que rechaza la existencia de una realidad trascendente como causa de los fenómenos de ocupación demoníaca, aunque tampoco puede negar del todo la cuestión de la trascendencia frente a ciertos fenómenos inexplicables.

El que la ayuda espiritual genuina y basada en la Biblia, que hace comprender al afectado la liberación por medio de JESUCRISTO, haya degenerado hasta llegar a ser un exorcismo presuntuoso, ha suscitado ya muchas preguntas y es causa de indignación para la Iglesia. Creo que las causas hay que buscarlas en el crecimiento vertiginoso de las tendencias ocultistas-carismáticas y su propagación en las iglesias.

Psiquiatras creyentes y no creyentes coinciden al comprobar que el porcentaje de personas que padecen de enfermedades nerviosas y mentales, es muy alto dentro del movimiento pentecostal y carismático, respectivamente. Como el ingresar en una clínica psiquiátrica es algo poco agradable, las personas afectadas van primero a probar con un hermano que tenga “autoridad” para practicar el exorcismo; si el desahogarse con él, la confesión de pecados, la oración y la renuncia no tienen éxito (porque allí de antemano la doctrina es errónea), el hermano prueba con “mandarles salir a los demonios en el nombre de Jesús”. Así se desarrolla una nueva manera de pensar dentro de la práctica del asesoramiento espiritual. Es extraño que ninguno de los que actúan de esta manera, ni las víctimas, se dan cuenta que podría tratarse de una seducción intencionada por los demonios.

El profesor Otto Michel dijo una vez algo muy serio y verdadero: «Siempre que la Iglesia se ha ocupado excesivamente con los demonios, ha caído en los brazos abiertos de Satanás».

Esto también es válido en cierto sentido para “la lucha que Blumhardt sostuvo” por la poseída Gottliebin Dittus, a la que tanto se remiten los carismáticos y exorcistas. También Blumhardt, al que por lo demás tributamos un gran respeto, era una persona de contacto espiritual, como todos los visionarios (oía, veía e interrogaba a los espíritus, más aún, ¡incluso les predicaba!) Después de dos años, por fin, quedó restablecida la paz en aquella chica poseída. Algunos ven en esto la misericordia de Dios, pero es más factible que el enemigo simulara una “victoria”, para afianzar para las generaciones siguientes la creencia en la “necesidad del exorcismo”. Lo que está claro es que en la Biblia no encontramos ningún ejemplo a seguir que justifique esta “lucha” o tan solo una fase de ella. Por eso está, con razón, muy controvertido hasta el día de hoy. (Véase el libro de W. Nitsche: Dämonische Verstrickung - Biblische Befreiung)

Retengamos esto: Nuestro SEÑOR JESUCRISTO venció definitivamente a Satanás y sus potencias en el Gólgota. ¡Todo el que quiera puede hacer suya esta victoria!: “...tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno” (Ef. 6:16).

Un demonismo antibíblico, sin embargo fomenta, por la incredulidad y desobediencia de los hombres (Ef. 2:2), las obras de las tinieblas que por ahora todavía existen. Con esto se concede derechos y lugar para extenderse a las tinieblas; de ahí las inquietantes manifestaciones de poder durante los así llamados exorcismos.

Rechazamos el ocuparse neciamente del demonismo y proclamamos la VICTORIA DE JESUCRISTO, echando de nosotros todas las maquinaciones de las tinieblas y poniéndonos sobre el terreno de victoria. El Gólgota representa una cesura contra el mundo de las tinieblas. Los demonios respetan la victoria de Jesucristo (Mr. 1:24; Hch. 19:15); ¿por qué, pues, hemos de pelear con un enemigo ya vencido?

El que se sienta oprimido o atado por una carga ocultista o carismática, que confiese al SEÑOR su pecado y reniegue de Satanás y todas sus ataduras (pero nunca hablándole directamente a Satanás); y entregue su vida de nuevo al SEÑOR JESÚS y se sujete de ahí en adelante a la PALABRA DE DIOS y permanezca lejos de las influencias carismáticas.

Si a pesar de hacer esto siguiera sufriendo bajo ese peso, puede buscar el consejo de un creyente maduro, ¡no de un pentecostal, carismático o exorcista (secreto)!, que le pueda ayudar por medio de la Biblia a comprender que el SEÑOR ya ha clavado en la cruz el pecado, que ha quitado de en medio el acta de los decretos que había contra nosotros y que por esta razón Satanás ya no puede reivindicar nada del hijo de Dios: “...Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Ro. 8:31).

Nuestra tarea consiste en sacar de sus ideas religiosas antibíblicas a los hijos de Dios oprimidos y atemorizados (y sacarles también de las manos de sus consejeros seducidos por la doctrina carismática), sujetándoles espiritualmente a Cristo, el Señor, ¡el Único que puede hacer verdaderamente libre!

El que confía enteramente en la victoria de JESUCRISTO y le sigue fiel al Señor, quedará y permanecerá libre, sin ninguna clase de exorcismo.

Por eso damos testimonio de la promesa de salvación en el Antiguo Testamento por medio del HIJO de Dios dada en Isaías 61:1: “...me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos...”

Luego, en Lucas 4:21, el mismo Jesús proclama el cumplimiento de esta promesa: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”.

Sólo tenemos que reclamar y aceptar el consuelo de SU PALABRA en Colosenses 1:9-14, donde Pablo dice: “...no cesamos de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, ...creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder... para toda paciencia y longanimidad con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz, el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.

Es a ÉL, y sólo a ÉL, a quien tenemos que aferrarnos firme e imperturbablemente, hasta que ÉL venga

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